Counter Strike: Global Offensive


En el mundo de los videojuegos hay algunos que han conseguido marcar una época por méritos propios. Uno de ellos es el Counter Strike. Se han hecho varias versiones del Counter Strike, pero ésta que hoy os traigo es la última versión.

Poco antes del inicio del milenio era la época dorada de los cybers en España. Muchos jóvenes nos juntábamos en diferentes locales a rebosar de ordenadores para jugar a diferentes juegos en línea. Entre toda la colección de videojuegos, había uno que se jugaba en todos o casi todos los cybers: el Counter Strike.

La explicación de éste juego es muy básica. Dos equipos se enfrentan en una batalla a un número determinado de rondas y gana el equipo que más rondas gana. Con cada ronda cada equipo gana una cantidad de dinero que varía en función de si la ronda anterior se ha ganado o se ha perdido y de otra serie de factores. A partir de ahí, todo es estrategia, disparos y muertes.

El CS:GO es uno de los juegos a los que más horas le he dedicado. Dentro de la plataforma Steam tengo la friolera de 213h registradas en éste juego, a las que habría que sumar las 176h del Counter Strike: Condition Zero y las 78h del Counter Strike Original; sumando todo ello un total de 467h de juego, a lo que habría que sumar las incontables horas que jugué cuando todavía acudía con mis amigos al Overlord, el cyber que hubo en el barrio del Antiguo (San Sebastián, Gipuzkoa).

A pesar de que el juego ya tiene unos años (esta última versión salió a la venta hace más de cinco años), sigue siendo uno de los juegos que más interés despierta en los eSports. Cierto es que de un tiempo a esta parte muchos jugadores de la comunidad del CS:GO han comenzado a jugar otros juegos, como el PUBG sin ir más lejos; pero estoy seguro de todavía tenemos Counter Strike para rato. No se si llegará el día en el que Valve nos obsequie con una nueva versión de este FPS, pero la verdad es que me encanta esa idea.

Como detalle final antes de valorar finalmente el videojuego, decir que este juego contiene Lootboxes, ese detalle que últimamente se ha vuelto tan polémico debido a todo el dinero que puede una persona llegar a gastarse ahí. Teniendo en cuenta que lo que con éstas se consigue es simplemente cosmético (simplemente se consiguen skins para las armas) tampoco le doy demasiada importancia a estas Lootboxes en particular. Yo personalmente tengo varias skins para las armas que más uso.

En definitiva, un juego que ha marcado a muchas personas entre las que yo me incluyo, por lo que sé a ciencia cierta de que no soy nada objetivo con mi valoración palomitera que podéis ver inmediatamente debajo de estas líneas.

Forward to the sky


Juego que desconocía por completo hasta que lo adquirí debido a que Steam me lo sugirió y me gustó el concepto del juego. Además, daba la casualidad que tenía una oferta bastante apetecible (66%).

Una vez más, estoy frente a un juego indie. Lo que hasta hace poco no era habitual lo empieza a ser. Cada vez son más los juegos indie que me atraen hasta el punto de comprarlo. Espero que esta época se alargue bastante, pues estoy un poco harto de los juegos triple A y de otros juegos sin argumento alguno. Con esto no estoy diciendo que todos los indie sean una maravilla, pues no lo son... pero últimamente me han estado agradando bastante.

Ahora bien, este juego me ha parecido un poco agridulce. Si bien la jugabilidad es bastante simple y falta de originalidad, se compensa con una puesta en pantalla bastante agradable a la vista con ese tono anime que tanto me gusta y tan poco veo en el mundo de los videojuegos. 

Antes de meterme de lleno en el juego, decir que me ha gustado bastante el ámbito musical. Una banda sonora bastante aceptable y reconocible nos acompañará mientras resolvemos los rompecabezas que nos iremos encontrando. Obviamente no estoy ante la mejor banda sonora que me ha ofrecido un videojuego, pero son unos temas musicales que le vienen como anillo al dedo al juego.

Entrando ahora sí en el videojuego, nos encontramos ante uno de muy corta duración y con poco atractivo, puesto que tiene únicamente seis niveles diferentes y una dificultad bastante mediocre, si bien es cierto que en cada uno de los niveles habrá una zona en la que ésta aumentará de un modo considerable y el jugador tendrá que actuar de manera lógica y ordenada si quiere sobrevivir al ataque. A pesar de este incremento de la dificultad, tampoco lo llegaría a considerar como "difícil", puesto que en ningún momento peligró la salud de mi princesa mientras jugaba al videojuego.

Una de las cosas que menos me gustó fue el nivel final. Bien es cierto que no me esperaba un jefe final, como si de un juego de mazmorras se tratase, pero esa alegría que me produjo lo inesperado del evento fue efímera, puesto que al completar el nivel pude comprobar que fue el jefe final más fácil de ganar al que me he enfrentado en mi vida.

En definitiva, un juego excesivamente fácil y breve, por lo que es una opción a tener en cuenta si uno quiere entretenerse con una historia aceptable una tarde dominguera sin nada más que hacer. Primer indie en mucho tiempo que no me enamora ni me crea un vacío una vez termino el juego.